Berenjenas: historia y orígenes

Los orígenes de la berenjena no son verificados todavía, pero parece que este tipo de hortaliza se haya difundido en las zonas calientes de la Asia meridional inicialmente y más precisamente en India, más allá de que en China, dónde es probable que este producto hortofrutícola ya fuera cultivado en época prehistórica. 

No se hace mención de la berenjena por largo tiempo y no se conocen a nombres griegos o romanos que indiquen la etimología de este producto hortofrutícola:  por éste es más probable que la berenjena no fuera conocida todavía en Europa en época Grecorromana, pero se tiene en cambio mención de esta hortaliza fresca en el siglo XIII, cuando la berenjena inicia a ser cultivada en el Norte África.

Es solo alrededor del 1400 que la berenjena fue introducida, de los árabes, en las regiones occidentales y en Europa, aunque concentrada en las zonas que, por razones climáticas, fueron más favorables al crecimiento de las mismas.  Y' cierto en efecto que en el siglo XV la berenjena fue introducida, justo de los árabes, primera en España y luego en Italia, y más precisamente en Sicilia, dónde hasta hoy día ocurre el cultivo más intenso de berenjenas sobre el suelo nacional italiano.

Del momento de su introducción en Europa, el nombre de este producto hortofrutícola derivó del término árabe "badingian": en Italia fue usado con la añadidura de "manzano" como establecida, volviéndose por lo tanto "manzano-badingian", más tarde "melangiana" y luego berenjena, nombre que popularmente fue interpretado como manzana no sanea, ya que la berenjena es una hortaliza fresca no comestible cruda (la berenjena, si cruda, tiene gusto desagradable y es ligeramente tóxica en cuánto continente solanina) pero sólo previa cocción.
Curiosamente, en algunas zonas italianas la palabra árabe "badingian" fue precedido en cambio por el prefijo "Petro", y, por este motivo, hasta los primeros años del 1800 en algunos textos donde fue mencionada la berenjena, esta hortaliza fue identificada con el nombre de petronciano. 

Por mucho tiempo la berenjena no cobró muy éxito:  en la edad media hasta se creyó que el consumo de esta hortaliza pudo provocar la locura. Se tiene sin embargo mención del empleo de la berenjena en un texto del 1550 (tratado del cultivo de los huertos y jardines), a obra del naturalista italiano Soderini.
En la antigüedad la Berenjena fue conservada y consumada en salmuera, advenediza de especias aromáticas y picantes;  más recientemente, durante la segunda guerra mundial, 1939 -1945, las hojas de berenjena fueron secadas al sol y usadas por los campesinos en sustitución del tabaco, entonces inasequible, por la confección de cigarrillos y puros.

La historia de las berenjenas, aunque no continuativa y antes atormentado en el curso de los siglos, tiene en todo caso orígenes antiquísimos que remontan a la prehistoria, hasta arraigarse cada vez más en la cultura moderna, dónde su gran versatilidad en cocina ha dado enorme espacio a la berenjena al mercado hortofrutícola moderno. En el sector hortofrutícola mundial son producidas innumerables variedades diferentes de berenjenas, tanto que, a hoy, la berenjena resulta entre las hortalizas frescas que cuentan entre el mayor número de variedades producidas y comercializáis sobre el mercado hortofrutícola internacional. Numerosas son hoy las empresas productoras de berenjenas, las empresas certificadas por la producción de berenjenas, los productores de berenjenas, las empresas productoras de berenjenas biológicas, las empresas que cuidan de comercio de berenjenas y envase de berenjenas, los distribuidores de berenjenas, los importadores de berenjenas, los exportadores de berenjenas y los mayoristas de berenjenas: el selecto varietale tan amplio tiene tan notablemente incrementado la competencia entre los Países en el mundo (pertenecientes a la Unión Europea y no) por la producción de berenjenas y el comercio de berenjenas.

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